domingo, 4 de noviembre de 2012

Desajustes.


La publicidad, esos anuncios llenos de sensaciones que hacen que prestemos atención a lo que nos están mostrando, porque parece creado  individualmente para cada uno de nosotros, presta satisfación de nuestra nueva “tendencia” pero a la vez nos inspiran un espacio temporal a nuestro circulo social,en definitiva todo es innovador,nos facilitan la vida día a día casi todo procedente de la industria de los bienes materiales, además qué telegramas, llenos de una realidad que nos muestra un desajuste en nuestra propia perspectiva, cambiando y transformando la propia visión del mundo. Toda esta en su conjunto ademas aplicando una política de marketing bestial nos crea unas nuevas necesidades, algo más que necesitamos y debemos adquirir deseos artificiales yo les llamaría exactamente. Hablemos de las modas que sigue a la mayoría impuesta por las empresas de marketing que son como felinos esperando la caza de una nueva presa, esa moda que se implanta en un momento puntual, pero que su principal característica es el cambio, muchos individuos necesitan adquirir los productos que se encuentren en el mercado como una necesidad vital,modificando nuestras conductas, implantando así diferentes grupos sociales, y estos se sienten identificados o tienden a tener los mismos gustos que ciertos anuncios televisivos, por lo que cabe esperar que nos hayamos ante un marketing dinamizado, mejor dicho, dinamizando la sociedad.Cada uno en su conjunto con maneras diferentes pero que todas ellas se encuentran emitidas mediante la publicidad. Por otro lado estos deseos no paran, siempre aumentan, cuanto mas tenemos nuestros impulsos se acrecentan de una manera siempre conjunta. Somos máquinas del consumismo en una sociedad abrumada por la desesperación de cambiar, la época de la modernidad, desvariamos temas, mezclamos respuestas todo ello porque en algún sitio tienen diferentes valores que la mayoría de las sociedades occidentales, deberíamos cambiar, dado que existe la posibilidad de que nos sumergímos en una época donde existe carencia de valores morales, el capitalismo es un látigo en un campo de refugiados por la fragilidad política que hoy vivimos en nuestros países donde los gobernantes y sus instituciones que se camuflan bajo un telón de opacidad solo saben que mover la balanza de un lado a otro pero sin buscar el equilibrio y centrarlo en hacer mejor ciudadanos, inculcar una responsabilidad de que todos podemos vivir de acuerdo a un sistema donde no impere lo corrupto.

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